Supongo que quienes leéis en este blog mis peripecias o las de mi compi, el fantástico capitán Apaños, a estas alturas ya sabréis que en SVAE ofrecemos a nuestros clientes un servicio de asistencia virtual 24 horas al día los 365 días del año, y Dios mediante, y si el tiempo lo permite, así seguiremos haciéndolo mientras haya un cliente que requiera de nuestros servicios un domingo o un festivo, o a esas horas del día en el que la mayoría de la población descansa ajena a cualquier problema.
La sociedad avanza casi al mismo ritmo que la ciencia y entre lo mucho que nos ha traído eso a lo que llamamos progreso, está la inteligencia artificial (eso a lo que llamamos coloquialmente I. A, ) y que, en efecto, sorprende por lo inteligente de sus respuestas a nuestras consultas, pero a veces también por lo frio y lo poco empáticas de las mismas. Y es que no lo olvidemos, detrás de esa armoniosa voz que nos atiende al llamar a según que teléfonos, se esconde un programa informático que jamás ha sentido miedo, angustia, nervios o dolor. En SVAE os atiende siempre un equipo de profesionales que, al margen de realizar siempre su trabajo con atención, esmero y de la mejor forma posible, son sobre todo y por encima de todo seres humanos capaces de empatizar con las necesidades del llamante, y de esforzarse al máximo para solucionar el problema que le ha llevado a marcar el número que puede evitar que siga cayendo agua a través del techo del dormitorio, que pueda levantar la barrera de salida del parking donde ha dejado su vehículo o simplemente que pueda devolverle la conexión a internet, ya que teletrabaja y aunque una máquina no pueda considerar sus cortes intermitentes en la red, uno de los compañeros de la empresa sabrá lo importante que es tener una buena conexión para alguien que trabaja a distancia.
También, tanto mis compañeros como yo, sabemos distinguir una urgencia de una verdadera emergencia y trataremos de priorizar aquello que realmente pueda tratarse de algo vital como el liberar a un niño atrapado en un ascensor sobre la
queja del vecino que pretende a las tres de la mañana, que el administrador de su comunidad de fincas llame al inquilino del piso de al lado que celebra en casa su cumpleaños con los amigos, y le obligue a bajar la música o el tono de voz.
En SVAE ofrecemos un servicio de atención que conlleva, por supuesto. además de la intención resolutiva del motivo de la llamada, empatía con la petición del llamante, respeto por sus necesidades y por las del cliente para el que trabajamos y una absoluta disposición para que tanto los que contratan nuestros servicios, como los usuarios de estos, queden absolutamente satisfechos con nuestro trabajo.
Se acerca Halloween, y los compañeros que atenderán las llamadas en el turno de noche se han conjurado para conseguir cerrar cuantos tratos se presenten hasta que salga el sol, sabedores de que detrás de algunas de las llamadas se esconderán trucos de todo tipo que podrían interferir en la resolución de verdaderas urgencias o emergencias. Pero bueno, se han formado para manejar situaciones de todo tipo y aunque yo personalmente añoro esas noches de todos los santos en las que se representaba Don Juan Tenorio en el teatro de mi barrio, acepto el considerable arraigo de esta costumbre tan americana de convertir en diversión aquello que nos asusta o nos incomoda. Las máquinas no tienen sentido del humor, ni son capaces de asustarse al escuchar aullidos a través del teléfono. Nosotros sí.
